¡AHORA ESTAMOS EN MISIÓN!
Por Daniel Muñoz
Hace unos meses atrás Recibí la invitación del
Padre Luis Tamonob, para asistir y animar por segundo año consecutivo el
Encuentro de Jóvenes Misioneros; muy agradecido de su invitación, acepté
encantado.
Son pocas instancias que tenemos los jóvenes para
vivir hermosas experiencias; conocer
gente de diversas ciudades de nuestro país;
de parroquias, colegios y movimientos que muchos ni siquiera sabíamos de
su existencia; y si a todo eso le sumamos la mezcla perfecta y más importante
como lo son la FE, Amor, Misión, Eucaristía,
gozo… sin duda el resultado es el “SEPTIMO
ENCUENTRO DE JÓVENES MISIONEROS”.
Como todos los años este encuentro se renueva
y nos sorprende cada vez más. Si bien el
lema del año pasado fue en un tono mas fuerte y directo “Despabílate...despertar
no es suficiente para la misión”, el 2012 llegamos con más entusiasmo y alegría
para la consecución bajo el lema “Transformados por amor, vivimos la Misión”.
Durante el Encuentro, pudimos participar de
diversas actividades; trabajo en comunidades que nos permitió conocernos más profundamente quienes éramos de las
diversas delegaciones e invitados como yo; fue tal la integración que con mucha
soltura hablamos de nuestras debilidades y fortalezas, de lo que queremos
ser y como lograr ser mejores personas
por ende mejores misioneros; todo esto también fue reforzado con los diversos
talleres que se impartieron, entre ellos,
Biblia ,
Yoga,
Medio ambiente y Ecología, Liderazgo
Cristiano, Nuestra iglesia en los pueblos indígenas etc., y un análisis de la Iglesia del Hoy!.
Una actividad que marcó las jornadas, sin duda
alguna fue el Bosque de Cristo; los mas de 200 jóvenes caminamos en procesión,
atentos del camino que nos conducía a él, pues eran muchas las sorpresas y pistas que encontrábamos antes de
ingresar; sorpresas que nos invitaban a
reflexionar sobre nuestra identidad, nuestra misión, y lo que Dios quiere de
nosotros.
Al interior nos recibió el Espíritu del bosque
‘Serfin Lemu Cume
Dengo (Mapudungun: cuidar/servir bosque buena noticia, o bien, la servidora del
bosque de la buena nueva)’ mejor conocida como “Lemu”, quien cuidaba de él, y nos dio a
entender su aflicción, ya que 3 de sus
arboles no daban frutos, y se debilitaban poco a poco, esos frutos eran : Amor,
Vida, y Misión, los cuales son esenciales para que nosotros, los Misioneros, podamos
llevar la buena nueva de Dios, y que cada vez somos menos. Esta actividad fue el motor de nuestro
trabajo en comunidades.
Además, para nosotros los jóvenes y
principalmente para mí, “Las palabras convencen pero los testimonios arrastran”, es por ello que me siento honrado al haber
sido participe y moderador de un Gran testimonio de vida; la Historia de un
joven Sacerdote Verbita proveniente de la república del Congo padre Claudio
Dilayen. Historia que nos abrió los
sentidos y se posó en nuestro corazón; Vocación versus Familia, Cultura, y
destino; la fuerza para superar las vicisitudes de la vida, y por sobre todo los
designios y amor de Dios y para Dios.
A la Oración, Misas,
Trabajo en Comunidad, Talleres, Testimonios, además debemos sumarle la Recepción con música y videos
especialmente preparados para la ocasión; las comunidades, sus gritos, bailes,
y una excelente noche de fiesta de los tiempos como cierre; no existía el
tiempo para descansar, y sobraban las ganas de participar.
Hoy a unas semanas del encuentro, puedo
decirles, “Gracias Verbitas, por remecer
nuestro espíritu y revivir la Misión”